El 2024 trae importantes modificaciones en el Reglamento de Extranjería en España, enfocándose en simplificar trámites y mejorar las condiciones para diversos colectivos. Estos son los cambios más destacados:
1. Arraigos más accesibles:
- Nuevo arraigo de segunda oportunidad: Personas que hayan trabajado legalmente durante al menos 6 meses y se encuentren en situación irregular podrán regularizarse tras 2 años en España. Este cambio también beneficia a solicitantes de asilo que hayan cotizado previamente.
- Arraigo sociolaboral: Este permiso reduce de 3 a 2 años el tiempo de estancia en situación irregular necesario para regularizarse con una oferta de empleo. Además, elimina el requisito del informe de integración social, agilizando el proceso.
- Evolución del arraigo para la formación: Ahora denominado «arraigo socioformativo», facilita el acceso a cursos formativos que conduzcan a títulos oficiales, beneficiando a quienes llevan 2 años en situación irregular.
2. Mejoras en visas de estudiante:
- Silencio administrativo positivo: Si una solicitud no recibe respuesta en un mes, se considera automáticamente aprobada.
- Transición directa al trabajo: Estudiantes que consigan empleo durante o después de sus estudios pueden trabajar mientras esperan la resolución de su permiso. Además, quienes cursen estudios superiores por más de un año podrán obtener directamente un permiso de residencia de 4 años.
- Autorización para familiares: Los familiares de estudiantes pueden solicitar permisos desde su país de origen o dentro de España, beneficiándose de una tramitación conjunta.
3. Nueva tarjeta para familiares de españoles:
- Esta tarjeta, válida por 5 años, permite residir y trabajar en España desde el momento de la solicitud. Se amplía la lista de beneficiarios e incluye familiares como cuidadores o padres de menores españoles, simplificando significativamente los trámites.
4. Flexibilización de requisitos para mayores y menores:
- La edad máxima para demostrar dependencia económica sube a 26 años para descendientes y a 80 años para ascendientes, facilitando la inclusión de familiares en el proceso de regularización.
Estas modificaciones reflejan un enfoque más flexible y accesible para los procesos de extranjería, promoviendo la integración social y laboral de extranjeros en España.